miércoles, 25 de marzo de 2009

Planetas del Sistema Solar

Los planetas se distinguen entre planetas clásicos y planetas enanos. Todos ellos giran alrededor del astro rey al ser atraídos por éste, debido a la enorme fuerza gravitatoria que provoca el Sol.
Los planetas clásicos pueden clasificarse según su forma en: planetas terrestres y planetas jovianos. Los primeros son pequeños, de superficie rocosa y sólida, densidad alta y entre ellos están Mercurio, Venus, la Tierra y Marte. Los planetas jovianos poseen grandes diámetros, esencialmente gaseosos (hidrógeno y helio), densidad baja y son Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.

Los planetas enanos son cuerpos celestes que cuentan con las mismas propiedades que sus hermanos mayores, aunque presentan algunas peculiaridades. No son satélites de ningún otro planeta y no han conseguido barrer de sus proximidades otros elementos interplanetarios. Los planetas enanos, hasta el momento, son Plutón, considerado hasta ahora como planeta clásico, 2003 UB313, Ceres, Caronte. Posiblemente, otros objetos del Cinturón de Asteroides y del Cinturón de Kuiper, que se descubran próximamente serán incluidos dentro de esta categoría.

Al observar el firmamento, dentro del mar de oscuridad compuesta por materia y energía oscura, los puntos luminosos intermitentes son estrellas, cuerpos que generan su propia luz. Dicho centelleo es debido a la enorme distancia que debe recorrer su luz hasta llegar a nosotros, interrumpida en su camino, y que hace modificar el haz de luz. Por el contrario, los planetas, al encontrarse relativamente cerca, tan sólo reflejan la luz del Sol, por ello no presentan dicho centelleo, aunque en algunos casos si pueda darse, según sean las condiciones metereológicas.

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